Y como maestra de ceremonias tuvimos el placer de contar con nuestra querida María (Titirisolfa) que nos dejó un trocizo de su talento a través del conjuro de la hoguera (os dejamos un trocito más abajo).
Hoy es una noche especial, se termina el tiempo de la cosecha, del calor.
Los días largos, el tiempo de la luz…
Y se abre paso el invierno, el tiempo del frío, los días cortos
y las noches largas y oscuras.
Hoy prendemos nuestros faroles, nuestras pequeñas lucecitas
nuestros fueguitos incandescentes.
Que su luz nos guíe en esta mágica y oscura noche.
¡Desfilemos! ¡Desfilemos en la noche!
¡Que nuestras luces se abran paso!
....
Buhos, lechuzas, sapos y brujas
Demonios, duendes y diablos,
espíritus de los nublados campos.
Cuervos, salamandras y hechiceras
hechizos de las curanderas.
Podridos tallos agujereados,
Hogar de los gusanos y alimañas.
Fuego de las Santas Compañas,
mal de ojo, negros hechizos,
olor de los muertos, truenos y rayos.
....
Hoy nos reunimos, bajo la luz de nuestros faroles,
celebrando a nuestros ancestros, vestidos de brujas,
momias, espíritus, arañas, monstruosos seres diversos
terroríficamente divertidos.
Hoy nuestros pequeños fueguitos, nuestra luz incandescente
vence a la oscuridad de la noche y prende el fuego de esta hoguera.
En ella quemamos: lo podrido, lo mugriento,
lo que nos da tormento, las jugarretas y las malas tretas
Los malos presagios ardan en la hoguera
y a celebrar la vida la luz y la alegría;
el otoño, las castañas, las sopas calientes y abrazarse bajo la manta.
¡Cantad, danzad y reid sin fin!
¡Llegó la noche de Samhaín!
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Trás finalizar el paseo de faroles, los más pequeños estuvieron bailando y disfrutando de un rato juntos, mientras los mayores se adentraban en nuestro pasaje del terror...